Es muy común y
coincidente datar su origen en la Grecia del s.VI A.C. aproximadamente. Sin
embargo, si tenemos en cuenta que la invención de la escritura lo fue en torno
a hace 4000 A.C, es muy posible que una especie de especulación pre-filosófica
estuviera presente en muchas culturas. Así, se ha asumido durante mucho tiempo
que, la filosofía, tuvo un origen y diseminación europeas, cuestión harto
difícil de afirmar por cuanto, por ejemplo, Lao-Tsé chino era coetáneo de Sócrates y Platón
griegos. Probablemente, existieron soluciones diferentes al problema que
planteaban unas leyendas que en poco o en nada satisfacían a los hombres,
asimismo, expresadas en distintos lugares del globo y sin conexión directa
entre sí. Es muy curioso, en este sentido, que los primeros que usaron las
palabras filosofía o filósofos fueron adjudicadas a personas que no pertenecían
a la metrópoli (Atenas) sino a sus colonias: Mileto, Sicilia, Éfeso... Es
decir, a aquellas personas que estaban en contacto directo con culturas y
formas de pensamiento distintas a la tradición ateniense hasta entonces.
